Es el refugio ideal entre dos reuniones de un viaje de negocios. 18 m² de formas redondeadas diseñadas para olvidar el mundo exterior. Una ducha con efecto lluvia para recuperarse de un día demasiado largo.... o de una noche demasiado corta.
A Madame le encanta el nácar, que refleja las cálidas luces de su alcoba, y las volutas de sus muebles redondeados, que le proporcionan descanso después de las mundanidades. La planta de Madame está hecha a su imagen: no deja nada al azar.
La Planta de Monsieur
Le gustan los contrastes fuertes, como los de un ambiente refinado y cálido a la vez. Para ello, Monsieur ha escogido materiales de naturaleza noble, atemporales y modernos. Porque la moda se desvanece, pero la elegancia perdura.
La Tía de Madame
La tía de Madame siempre ha sido excéntrica. Y como le gustan los anillos, se pone uno en cada dedo. O incluso dos. Así, su planta parece una joya de los años veinte: nos gusta tanto que no nos atrevemos a ponérnosla.
El nombre del Capitán
Al igual que los camarotes de los barcos transatlánticos que unían El Havre con Nueva York, la planta del Capitán está hecha de madera barnizada. Nos invita a esos largos viajes, durante los cuales tenemos tiempo para reflexionar sobre el futuro.
El Dandy
Es joven. Es atrevido. Y le sale bien. El Dandy extrae del pasado las referencias que le permiten inventar el futuro. Su planta ofrece un recorrido a través del siglo XX.